Psicólogas voluntarias brindan asistencia gratuita vía Zoom durante la pandemia

Poco o nada se habla de los efectos colaterales de la pandemia; escasos también los indicadores que reflejan ese rostro, a veces oscuro del problema. La salud mental es un verbo activo que debe aplicarse para mitigar los daños ocasionados durante el COVID-19 y generar precedentes que ayuden a comprender, abordar y resolver la pandemia. 

Es de esta manera como nace Conectados “como un programa de atención psicológica gratuita y tele presencial, donde por medio de la necesidad de ayudar a personas que por la contingencia, pandemia y confinamiento han de necesitar apoyo psicológico”, señala su directora Evelyn Basoalto.

Las redes sociales, esas que normalmente se usan con fines de entretención, ahora son las principales aliadas para conectar con una audiencia donde concurren quienes quieren escapar de sus trastornos de ansiedad, pánico o depresión, provocadas por la pandemia.

Zoom y WhatsApp son los canales utilizados por el staff de psicólogos y psicólogas, que aprovechan las bondades del internet para atender a los pacientes, cumpliendo con así con su rol de terapeutas, pero sin riesgo de contagio recíproco. “El resultado: más de 60 profesionales: entre psicólogos, publicistas, periodistas, diseñadores gráficos, asistentes sociales. Todos ellos voluntarios y voluntarias, que a lo largo de 4 meses han atendido a 151 pacientes, de los cuales 65 han sido dados de alta”, añade Basoalto, directora de Conectados. 

“Las credenciales de los y las profesionales voluntarios son categorizados por otro u otra psicólogo(a) laboral, de acuerdo a su nivel de experiencia y especialidades, para asignarlos los distintos pacientes de acuerdo a la complejidad o no de su perfil. Somos un voluntariado de psicólogos y del área de Comunicaciones para ayudar a las personas en tiempos de COVID, que no tengan recursos para asistir a una consulta privada”, precisa Constanza González, coordinadora del proyecto.

El distanciamiento es físico, pero no social

Las sesiones van a depender del motivo de consulta, añade Marcela Barría, quien forma parte del staff de profesionales. “Si el motivo tiene que ver con estar en peligro la integridad física del paciente, como en el caso de un intento suicida o ser víctima de violencia intrafamiliar, es de 1 a 3 sesiones máximo. Donde el foco es dar primeros auxilios psicológicos, abordando el peligro, para derivar lo más pronto a la red: servicio público, CESFAM, centro de la mujer, hospital con programa de corta estadía, etc. Si el motivo es de otra índole, menos grave y menos urgente, cómo ansiedad generada por la cuarentena, las sesiones en promedio son 6 y no más allá de 8 sesiones”.

El temor al contagio o, aún un peor, a la muerte es un rasgo común entre infectados y no infectados, añade Macarena Juliá, también psicóloga de Conectados. “El estrés nos provoca distintos síntomas: ansiedad, taquicardia. También episodios de insomnio, o situaciones que afectan la calidad del sueño como las pesadillas. Cambios de ánimo, depresión, sentimientos de culpa muchas veces asociados a cómo ayudar a otras personas contagiadas, intenciones suicidas, o duelos que no se cierran porque no pudieron despedirse de su ser querido durante la pandemia, porque la falta del ritual de despedida”, observa la especialista.

Para quienes requieran atención pueden solicitarla rellenando el formulario que esta en la página web o mediante WhatsApp que se encuentra en el mismo sitio.

Fuente: Conectados

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