¿Cuándo es necesario el reforzamiento escolar? Expertos explican las señales clave que deben observar padres y profesores

El segundo semestre ya comenzó y muchas familias empiezan a preguntarse si sus hijos necesitan apoyo académico adicional. Las notas, el ánimo o el desinterés por ciertas asignaturas pueden ser indicios de que algo no anda bien. Pero, ¿cuándo es realmente necesario recurrir a un refuerzo escolar?
Según datos recientes, más del 55 % de los estudiantes chilenos han mostrado retrocesos en su rendimiento, especialmente en lectura y matemáticas. A esto se suma que alrededor del 30% presenta algún grado de rezago educativo, una cifra que se disparó tras la pandemia del COVID-19. A nivel mundial, la OCDE estima que uno de cada cinco estudiantes tiene dificultades serias de aprendizaje, lo que refuerza la urgencia de una detección temprana.
Existen múltiples señales que pueden alertar sobre la necesidad de apoyo escolar. Entre ellas, destacan una baja asistencia a clases, bajo rendimiento general, dificultad para comprender tareas, poca participación en clase y desinterés en las actividades escolares. Además de estas señales académicas, también es importante estar atentos a factores emocionales: ansiedad excesiva frente a pruebas, frustración, desgano o aislamiento social.
“El reforzamiento escolar no debe verse solo como una solución para quienes tienen malas notas. Es una herramienta clave para fortalecer la autoestima, mejorar hábitos de estudio o enfrentar crisis emocionales que afectan el aprendizaje”, explica Claudio Barrales Díaz, psicólogo y docente en la plataforma Superprof.
De hecho, las emociones y la autoestima juegan un rol crucial. Estudios internacionales —como los informes PISA— revelan que más del 90% de los estudiantes chilenos consideran que “la escuela es una pérdida de tiempo”, lo que evidencia un preocupante desapego emocional. Cuando un niño se siente seguro, valorado y comprendido, su motivación mejora, y con ella, su desempeño.
“El reforzamiento escolar es más efectivo cuando se hace en conjunto: familia, colegio y especialistas alineados. Forzar más horas de estudio sin comprender el problema de fondo puede ser contraproducente”, advierte Barrales.
Actualmente, existen múltiples alternativas de apoyo. Desde tutorías escolares ofrecidas por los mismos colegios hasta plataformas online como Superprof, donde es posible encontrar profesores particulares de todas las asignaturas, niveles y formatos (presencial u online). Además, alrededor del 35% de las escuelas chilenas ya implementan programas de apoyo socioemocional, integrando el bienestar emocional como parte de su estrategia pedagógica.
En resumen, el reforzamiento escolar no se trata solo de subir las calificaciones, sino de entender al estudiante como un ser integral, con necesidades académicas, sociales y emocionales. Detectar a tiempo las señales de alerta y brindar apoyo oportuno puede marcar una gran diferencia en su trayectoria escolar y en su futuro.