Tabúes de la sociedad: Normalicemos ir a terapia

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mil millones de personas sufren de alguna enfermedad de salud mental, pero más del 90 % no solicita ningún tipo de ayuda profesional.  

Por Ekaterina Imschenetzky Kiseleva

A pesar de que Chile es uno de los países con mayores tasas de depresión en Latinoamérica, sigue siendo un tema del que se desconoce mucho. Creencias generalizadas, como que hay que estar “loco” para ir a terapia o la forma que se ha mantenido desde antaño para aludir a las personas con algún tipo de afición (peligrosos, antisociales, parias). Modo de referirse que puede verse aún en los medios, donde se mantiene una narrativa que afecta negativamente a las personas con algún tipo de patología mental y a su imagen, desfavorece la inclusión y la búsqueda de ayuda.

Catalina Olivares, psicóloga clínica, analiza la perspectiva que se tiene en Chile respecto a la terapia y esta es desde la enfermedad, no desde la salud mental misma. Por lo mismo, mucha gente se atiende de forma tardía, limitando a los profesionales de la salud a tratar síntomas, en vez de prevenir y modificar conductas para evitar patologías más importantes. Olivares agrega que: “La gente espera estar muy mal para ir al psicólogo. Por lo mismo, se generan estas terapias más largas o incluso delegaciones a psiquiatras, que efectivamente, si te tienen que recetar fármacos, pero es porque el problema está muy arraigado”.

Además, la especialista comenta que la salud mental no tiene edad, explicando que: “Eso de que un perro viejo no aprende trucos nuevos es totalmente un mito. Muchos pacientes mayores han venido a terapia para encontrar su nuevo rol en la familia o por psicoeducación, por ejemplo. Tener que comunicarse de manera remota es algo muy difícil para la gente en esta etapa etaria, por lo que en terapia se les ayuda a entender que existen más formas de comunicarse, no solamente cara a cara. Ir a terapia también ayuda a pasar procesos, a entender realidades y sentimientos, por eso es importante normalizarla”. 

Además de los adultos mayores, Catalina Olivares analiza el caso de los jóvenes y su entorno familiar: “Hoy en día las nuevas generaciones no ven tanto tabú en ir a terapia. Me ha pasado que se comparten datos entre amigos, por ejemplo. Se habla del tema entre ellos, se ha normalizado”. La Dra. Isabel Puga, presidenta nacional del Colegio de Psicólogas y Psicólogos de Chile, menciona los cambios en la visión respecto a la salud mental y la terapia: “En los años 80 más o menos ir al psicólogo era algo súper secreto. Actualmente se está convirtiendo casi como en un recurso, en una fortaleza. Decir yo voy a participar”.

En la vida de todas, muchas etapas humanas son traumáticas, pero de las crisis se puede aprender, Olivares explica: “Los padres también necesitan ayuda para crear estrategias para criar a los hijos. El sesgo de que se falla como criador por buscar ayuda es tóxico, muy por el contrario. Alguien que va de excursión o aventura intenta llevar todas las herramientas posibles, criar a un hijo debería ser igual. Un adulto no tiene por qué saber todo sobre cómo criar a una persona, además de que las experiencias y personalidades pueden diferir mucho. Normalizar la terapia en cualquier etapa de la vida es muy importante, la mente define”. 

Esto ocurre también en otras etapas de la vida, explica Olivares, por ejemplo, entrar a la universidad, la menopausia, entrar a la adultez, pasar a la edad de adulto mayor. Todos estos son quiebres o cambios en la realidad que conllevan distintas reacciones y afectan a la persona. Estar acompañado en el proceso por un profesional que ayude a entender lo que está pasando y lo que se está sintiendo, probablemente logre una transición mucho más sana y fructífera.

La Dra. Puga, reflexiona respecto a romper los tabúes, mencionando la difícil tarea que esto supone: “Por qué una persona manifiesta que está incómoda, aunque está ansiosa, no significa que la persona ha fracasado. Ya el hecho de pedir ayuda, el hecho de saber acudir a otros no es un fracaso, sino que más bien tiene que ver con que es una capacidad humana, es parte de la experiencia humana. El poder unirse a los otros y establecer lazos con los otros y confiar en otro”. Agregado a lo anterior, la presidenta del Colegio de Psicólogas y Psicólogos de Chile concluye que: “No porque se tiene un malestar uno está loco. No, porque estoy en un estado de ansiedad, yo soy un fracaso. No porque pido ayuda no soy capaz de hacer las cosas”. 

Es necesario humanizar los problemas de salud mental y dejar de sesgar a la gente que padece de algún problema de salud mental o que busca ayuda en terapia. La mente es lo más humano que se tiene, es necesario valorar su salud aunque no sean problemas tangibles.

Por otro lado, la reacción del grupo familiar o de los adultos cercanos es muy relevante, a lo cual Olivares señala que: “Es importante que el grupo familiar o los adultos cercanos no sean una fuente más de trabas para llegar a terapia. Pasa mucho que los adultos o la gente alrededor de los más jóvenes piensa que es una etapa, que se le va a pasar o simplemente intenta esquivar el problema o dejarlo para más tarde pensando que no es tan grave o que se va a pasar por sí solo. Esto no es así. Los niños si están en edad para ir al psicólogo. Todos lo están”. 

Uno de los miedos que suelen tener las personas son los medicamentos, por lo mismo, deciden no ir a terapia. Daniela Giagnoni, psicóloga, comenta la razón de apoyar la terapia psicológica con la ayuda de fármacos y tratamiento psiquiátrico: “Qué pasa con los medicamentos. Cuando uno va al psicólogo, generalmente, dependiendo el estado del paciente, se manda al psiquiatra. Porque hay veces que la sintomatología es muy fuerte. Además, todo lo que se va a conversar con el psicólogo genera mucha angustia. Son temas difíciles, entonces para poder trabajar en los aspectos difíciles o en la patología o en la afección del paciente, es necesario tener algo que pueda controlar la sintomatología”. Giagnoni explica: “Esto lo hacen los medicamentos. El medicamento por sí solo no va a hacer que tú te mejores”. 

Daniela Giagnoni profundiza también en la importancia del trabajo en conjunto entre psiquiatra y psicólogo destaca que: “Claro que el psicólogo y psiquiatra tienen que ser un tratamiento conjunto, no te sirve nada de repente solamente psicólogo y solamente al psiquiatra. Dependiendo la gravedad, dependiendo del tipo de patología que se tenga, pero en general es importante que sea en conjunto por un tiempo. Por lo menos para que con los medicamentos se pueda estabilizar la sintomatología y el paciente no se vaya a ver sobrepasado por esta angustia o por todas esas cosas difíciles que van a ir enfrentando”.

Daniela Giagnoni menciona otro tabú, que es la falta de confianza en el proceso y el deseo de la inmediatez: “Las sesiones son semanales. Es importante que sean por lo menos una vez a la semana. La terapia es un proceso. Tratarlo sin continuidad hace que no funcione. Entonces también por eso está eso de que el psicólogo no sirve porque no me dice que tengo que hacer, no me dice cómo tengo que solucionar esto. Es que no sacamos nada con decirte, porque después se puede generar la misma reacción por una situación distinta y el paciente no va a reconocer el problema, ya que ligó la solución a una situación específica, no a entender por qué se producen ciertas reacciones y cómo manejarlas”.

Catalina Olivares agrega que: “Ir al psicólogo no es una varita mágica. No es toma, está es la solución. Es entregar una caja de herramientas para poder enfrentarse a la vida, no solo a casos puntuales”.

Un punto positivo en el que todas calzan es que, debido a las condiciones ocasionadas por la pandemia, mucha gente que no había incursionado en este mundo decidió darle una oportunidad. Esto es positivo, pues aumenta la concientización respecto del tema y lo pone en la palestra, en los temas relevantes, la discusión pública. Generar conversación sobre estos temas ayuda a la normalización, a eliminar tabúes y que la gente no se sienta como raros o sesgados de la sociedad. Además, al desarrollar el tema y acrecentar la información disponible respecto de este, tanto como prosperar en el flujo comunicacional, aumenta la educación y el interés en desarrollar estos tópicos.

La doctora Puga también pone su atención en el serio problema a nivel gubernamental respecto a la salud mental, porque: “Dentro del presupuesto de salud, presupuesto total de salud en menos del 2 %, el que se utiliza para salud mental. De ese porcentaje, un 75 % va a los hospitales psiquiátricos. Entonces la población no está muy protegida en el ámbito de salud pública”. Catalina Olivares, también comenta el problema en la salud pública, que para ella se ha materializado en: “La falta de continuidad elimina la opción de un tratamiento íntegro. Con continuidad no me refiero a que los pacientes falten, es que el sistema está colapsado. No hay horas. Muchas veces se ve a un paciente por media hora cada dos meses, así es imposible lograr un tratamiento funcional”.

La Dra. Puga ahonda en los problemas de los planes gubernamentales y comenta que: “Hay un compromiso de aumentar el 3 %, pero no está muy claro que ha pasado ahí en relación con el plan Saludablemente. Lo que se hizo fue aumentar la cantidad de personas que se contrataron en el hospital digital, es decir, en el Salud Responde. Ahí te contestaba un especialista, pero, el problema está en que este te deriva a tu consultorio o tu centro de salud familiar o tu centro de salud mental (COSAM) más cercano”. La especialista añade que: “La falta de recursos en la red de salud mental, todo lo que tiene que ver con salud mental. Se invierten muy pocos (recursos) en estas áreas. La poca previsión en lo que es la capacidad de prevención y promoción en salud mental. El no generar acciones o políticas que mejoren las relaciones que establecemos unos con otros”.

De la misma manera que cuidamos nuestro cuerpo, ir al psicólogo es algo esencial para llevar una vida saludable y afable. Es necesario reconocer la importancia de contar con herramientas y recursos que permitan cuidar de la salud mental y emocional. La terapia sirve para muchos casos y razones, es necesario normalizarla y valorarla. Buscar ayuda profesional, abrirse y adentrarse en el camino de la sanación mental no es cosa de débiles, cobardes o locos, muy por el contrario, es de las acciones más valientes, difíciles y valorables que existen. 

Finalizando con una reflexión de la Doctora Isabel Puga: “Lo más importante es que la salud es un derecho, debe estar como derecho en la nueva Constitución. No hay salud sin salud mental, porque es parte integral. Hacemos la separación nada más que para distinguir las dificultades en esa área. Sin salud mental no hay justicia social. No habría equidad. Todas las problemáticas que tienen que ver con la equidad y las problemáticas sociales también están asociadas a que no haya salud mental y que no hay acceso ni cobertura a salud mental”.

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